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¿Y si te enganchas del otro?

¿Y si me gusta más con otro?

parece simple, pero tiene un significado profundo, porque no es tanto si te gusta más con otro, todos podemos tener momentos en que disfrutemos más de una caricia o de un beso que de otro, va más allá, va a un ¿y si me engancho de otra persona?

Es un miedo lícito, es ese pensar, si, me atrae la idea, pero ahora estamos bien con mi pareja, no se si esto puede llevarme a cotas insospechadas de placer haciendome desear más y más encuentros alejándome de la persona a la que amo.

La respuesta era sencilla. No debemos confundir conceptos, no se mete uno en ésto para irse con otros, bueno algunos sí, pero no suelen durar, uno o una se mete en éste berenjenal en busca de nuevas sensaciones, de sentir cuatro manos en tu cuerpo, o seis u ocho, dos lenguas buscando ese punto en tu anatomía que te hace vibrar, es ese sentir dos miembros en tus manos, o abrazar a otra mujer mientras sientes las manos de ellos en tus muslos. Es ver esas miradas electrizantes de amor compartido, sentir esa fuerza, esa energía que se genera cuando varios amantes se juntan. No mentiré, no es lo mismo la relación de pareja en lo que a cama se refiere después de tales encuentros. Pero no porque encuentres una lengua más habilidosa, aunque pueda darse.

La ventaja de la pareja es que te conoce, sabe tus secretos más recónditos, sabe que necesitas cuando tienes esa mirada perdida, sabe cuando debe ser brusco y cuando suave, conoce tus deseos casi mejor que tu misma. Pero las relaciones de a dos, son de a dos. Después de probar los múltiplos, hay momentos en que te invade el deseo de repetir esas sensaciones, aunque cada vez sean distintas, porque el tacto de las pieles varíe.

Recapitulemos, ¿en que cambia la relación?

Una vez lo has probado, la relación de pareja se incrementa, los encuentros se suceden en un torbellino de deseo, porque esa confianza depositada en sus manos, en sus acciones, hacen que aún le ames más, te atraiga más y le necesites más.

Además los recuerdos excitantes, el hablar de ellos, el rememorarlos entre susurros son un gran afrodisíaco. Y quien sabe si no aprendes nuevas técnicas que contarle a tu pareja, un oye, me han acariciado por esta zona y sentí algo nuevo, que me vuelve una loba, ¿probamos?

Pero a su vez, sueñas con sentir de nuevo la invasión de varios cuerpos, es difícil probarlo una vez y olvidarte, porque eso vuelve a ti, te llama, y caes de nuevo en la tentación del sexo en grupo, una y otra vez, dejándote envolver por el manto de la lascivia, impregnándote de deseo lujurioso, poniendo esa mirada felina que pide más.

2 comentarios:

  1. Hola amigo, estoy de acuerdo con tu reflexión, este tipo de relaciones no va en busca de un cambio de pareja sino de nuevas experiencias que alimenten el fuego de la sexualidad de ambos.

    Yo escribí un artículo similar, espero sus comentarios:
    http://cuckoldlima.blogspot.com/2011/10/por-que-compartir-mi-esposa.html

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  2. Tienes toda la razon amigo, es muy excitante, a mi tambien me gustaria hacer lo mismo,solo se que mi mujer tuvo sexo con otro, me lo conto y me gustó muchisimo

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